julio 18, 2012

No es lo mismo quebrar una vara que doce






Al parecer, la dignidad de la vida humana no estaba prevista en el plan de globalización.
Ernesto Sábato





Hace un par de meses asistí a una reunión que no recuerdo bien cómo me deje convencer, pero que ya sea por mi incapacidad de decir que no, o porque a veces mi condición confesa de homínido, me obliga a interactuar con mis congéneres, aunque solo sea para llenar el protocolo que me clasifica como sujeto social.
El hecho es que departí entre un amplísimo grupo de semejantes y otros no tanto, por más de seis horas.

Si bien el tema de las elecciones acaparaba la atención conjuntamente con el “bendito” futbol, poco a poco las conversaciones giraron en torno a temas más terrenales y la charla se asentó en dos fundamentales: La Educación y la Ecología. 

Al final debo reconocer que la pase bien aunque inevitable me fue, suscribir al mordaz Pitigrilli cuando escribió aquello de que: “La conversación es una lucha por ver quién interrumpe a quien”

Feliz y librado de la experiencia socializadora regrese a mis rituales cotidianos, pero por alguna razón los temas educativos y ecológicos permearon en mi disco duro y han estado más que presentes en mis continuos soliloquios veraniegos.

Y vaya pues aquí algunas de mis –como dirían los antiguos- Alocuciones:

He llegado a la conclusión; que la educación y la ecología son colegas de la misma desgracia, ya que ambas son ensalzadas, magnificadas, resguardadas bajo el cobijo de la buena voluntad, la moral y las buenas costumbres, pero todo esto de dientes pá fuera, ya que la mayoría de mis congéneres, nomas dejan de ser observados y manifiestan su verdadera vocación depredadora, importándoles un reverendo rábano ambas actividades humanas.

Nadie en su sano juicio –al menos nadie tan estúpido como para externarlo en público- tendría la inconsciencia social de manifestarse por un mundo sin escuelas, sin docentes, donde reine la basura, la contaminación y la extinción de las especies. Es más no dudo que la  iglesia católica este tramando rebautizarse como: santa, católica, apostólica, romana y ecologista, con el mezquino fin de ganarse adeptos.

Si bien tengo incipiente experiencia, pero harto entusiasmo en eso de la Docencia, me permitiré dejar ese tema pá otra ocasión, como diría el bohemio puro de noble corazón y gran cabeza; siento por esta vez no complaceros.

He decidió concentrarme en uno solo de los grandes males que aqueja a este sobreexplotado planeta nuestro, me refiero a la tala clandestina.

Por definición si existe tala clandestina también debe haber tala legal, que pese a sus decadentes argumentos, al menos por hoy le daré mi humilde beneficio de la duda.

Se dice que Tala ilegal es: cuando madereras cortan árboles, los transportan, los venden o compran violando las leyes nacionales de cada país. El proceso en sí puede ser ilegal, incluyendo corrupción para lograr acceso a los bosques, o extrayendo madera de bosques protegidos, o cortando especies en peligro de extinción, o simplemente extrayendo madera en exceso.

Esta definición nos lleva a determinar lo que conocemos como deforestación, ¿me creerían? que de acuerdo a la Organización de las Naciones para la Agricultura y la Alimentación (FAO) La Deforestación es: “La conversión de bosques a otro uso de la tierra o la reducción a largo plazo de la cubierta forestal por debajo del 10%”.

Efectivamente entendieron bien, si una área es devorada en un 80% técnicamente no se cataloga como área deforestada.

En un estudio internacional –elaborado por el Banco Mundial- se encontró evidencia sobrada del vínculo que existe entre los talamontes y la delincuencia organizada, quienes obtienen ganancias alrededor de los 10 mil y 15 mil millones de dólares.

La región de Iquitos en la Amazonia peruana es un claro ejemplo de que la depredación ambiental es la menor de las tragedias en sus vidas, ya que la tala ilegal trae consigo una sistemática cadena de abusos, situaciones laborales que rayan en la esclavitud, sueldos miserables que apenas sobreviven a los descuentos que por productos personales a precios groseramente elevados les venden los contratistas.

Recibiendo sueldos de no más de cuatro dólares diarios, sin atención médica en caso de accidente o infecciones, los motosierristas trabajan doce horas diarias, mientras los malandros contratistas suelen obtener ganancia por más del 5000%.

En ocasiones el trabajo es por cuadrilla –prácticamente con los mismo resultados- Un árbol de caoba en la Amazonia se les compra a las pequeñas cuadrillas en 20 dólares, pero ese mismo árbol en el mercado interno puede alcanzar los tres mil dólares, y tres veces más si se vende al exterior.

No es fortuito que a la caoba se le conozca como “El oro rojo” mismo que servirá para adornar las arquitecturas de la gente acaudalada de otras partes del mundo.

Esta obscena depredación ha ocasionado que en tan solo 40 años la selva haya perdido una quinta parte de su extensión, aun así la tala ilegal sigue representando el 90% del comercio de madera en la región.

México no canta mal las rancheras –nunca mejor dicho- aunque las autoridades declaran que la tala ilegal alcanza porcentajes del 50%, organizaciones ambientalistas le adjudican a esta práctica ilegal niveles de hasta el 70%. Lo que genera millonarias ganancias para el crimen organizado, delito que ocupa el cuarto lugar solo atrás del narcotráfico, el tráfico de armas y el secuestro.

El problema desde luego es multifactorial, desde la evidente negligencia y corruptelas de las autoridades, como la impunidad escandalosa con que operar los siniestros talamontes –según un estudio, la tala ilegal solo es castigada por ahí del 0.082% de las veces- y desde luego la más dolorosa de las causas, la complicidad y participación de los habitantes qué ante la precaria situación en que viven, no dudan en emplearse en las redes delictivas, ya sea como taladores, transportistas, vigilantes -que alertan de los operativos-, e incluso se han dado casos en que mujeres y niños formen un escudo humano y se armen de piedras y palos con el fin de evitar la detención de los talamontes, por parte de la –pueril- guardia forestal.

Greenpeace expresó que tan solo en la región conocida como el Gran Bosque de Agua, han ocurrido 30 asesinatos relacionados con la tala ilegal.






Bien sabemos que esta es solo una más, de las miles de historias que contienen los mismos ingredientes; injusticia, impunidad, corrupción, impotencia y miseria. Y una vez más nos preguntamos indignados ¿qué hacer?... 
Pues una valiente comunidad indígena ya dio la respuesta:

La historia de Cherán, es más o menos difundida, incluso este bloguero ya garrapateó al respecto, hoy pretendo ocuparme de la génesis del movimiento, en el entendido que lo hago con la firme convicción de no alejarme de lo que considero y doy por veraz, pero si acaso me desvío un ápice de la estricta descripción de los hechos, les solicito anticipadas disculpas pero mi emoción en ocasiones le da golpe de estado a mi razón.

El pueblo de Cherán se localiza en la parte central del estado de Michoacán, México y se considera una de las principales zonas habitadas por el pueblo Puerépecha, que al igual que la gran mayoría de las comunidades indígenas comparten la entrañable e incomprendida cualidad de amor por la tierra. 

Adelita es la quinta generación de mujeres curanderas o sanadoras en la comunidad, creció con sus abuelos mientras aprendía el oficio de la curación por medio de yerbas, desde muy pequeña comprendió el poder curativo del bosque, aprendió a respetarlo y a cuidarlo.

Igual que Adela, la mayoría de habitantes de Cherán miraron con indignación como hace algunos años, la “Familia Michoacana”  -uno de los carteles más sanguinarios de México- sirviéndose de talamontes, iniciaron una de las deforestaciones más atroz en los bosques de Cherán, los habitantes veían horrorizados como todos los días, bajaban 40 o 50 camiones cargados de madera, custodiados por gente fuertemente armada. De nada servían los reclamos a la autoridad municipal, los camiones seguían bajando.





Arrasaron 20 mil hectáreas de las 27 mil que conforman la región. Solo fue cuestión de tiempo para que la comunidad además de esta vejación, fueran víctimas de extorsión, secuestro y violación.

El 15 de abril de 2011 –día de la virgen de Dolores- los habitantes se alistaban desde muy temprano para los preparativos del viacrucis, las mujeres estaban reunidas en el templo cuando “los malos” como ellas llaman a los taladores bajaron como de costumbre, armados y cargados de madera ante la mirada siempre indignada de las mujeres, uno de los hombres armados en franco desprecio las saludó y a manera de burla gritó: “ahorita venimos por mas”.

Fue entonces que broto la rebeldía acumulada, las mujeres rodearon la camioneta para no permitirles el paso, los talamontes iracundos amenazaban con arrollar al grupo que cada vez era más abundante, se oyeron sonar las campanas del templo y se aprovecharon los cohetones dispuestos para la celebración y los detonaron con el fin de hacer un llamado a la comunidad, fue así como en unos cuantos minutos la población entera increpó y sometió a los malandros depredadores.

A partir de ese momento la comunidad organizada, levanto barricadas, destituyó a las supuestas y abyectas “autoridades”, se conformó el Consejo Mayor integrado por doce miembros –la consigna era: No es lo mismo quebrar una vara, a quebrar doce varas- 





Se han organizado comisiones por cada barrio encargadas de la seguridad, limpieza y educación, se decidió expulsar al gobierno, a los militares y a los partidos políticos  es decir, se ejerce la organización tradicional del pueblo, a través de los usos y costumbres.



- ¿Qué significa Cherán?
- Lugar de espantos
- ¿Y sí, es lugar de espantos?
- Usted dirá si no, que los talamontes ya no han regresado -dice Adela y ríe con franqueza-